

NUESTRO PROYECTO
Dentro de los múltiples efectos negativos que deja la violencia, se incluyen patologías psiquiátricas como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), una condición que afecta a individuos con exposición previa a un evento traumático y que tiene la capacidad de generar cambios psicológicos, conductuales y orgánicos. Algunas secuelas biológicas se pueden reflejar como cambios a nivel molecular y de expresión génica, que pueden ser evaluados mediante marcadores biológicos como cortisol, interleucina-6 (IL6) y proteína C-reactiva (PCR). Por otro lado, recientes avances en genética psiquiátrica han identificado algunos genes candidatos involucrados en el riesgo individual de desarrollar TEPT; entre los genes más estudiados, se incluye el gen transportador de serotonina, que puede presentar cambios epigenéticos por la exposición ambiental a fenómenos de violencia. Otras secuelas biológicas por exposición a factores traumáticos pueden reflejarse en variaciones de la actividad eléctrica cerebral puesto que las alteraciones y las fluctuaciones en las respuestas cognitivo-emocionales pueden ser estudiadas a través del análisis de potenciales relacionados a eventos (PRE). Los cambios biológicos expuestos previamente son el reflejo de la carga alostática generada a través de las respuestas adaptativas del organismo ante situaciones desencadenantes de estrés. A pesar de lo anterior, los abordajes que hasta ahora se proponen para la intervención de la población víctima del conflicto están centralizados hacia la reparación jurídica y la atención psicosocial, en parte porque existe poca información relacionada con los cambios biológicos que se pueden desencadenar por la exposición a un trauma relacionado con el conflicto, lo que limita la atención integral a esta población. Por lo tanto, el objetivo de nuestro proyecto de investigación es evaluar marcadores electroencefalográficos, moleculares sanguíneos y genéticos de estrés en víctimas del conflicto armado. El logro del objetivo aportará a la caracterización biológica de esta población y el conocimiento generado podrá redundar en una mejor atención integral e incidir en las políticas públicas, además de replicarse el estudio en otras poblaciones del país.